sábado, 25 de octubre de 2014

Las familias de acogida abogan por difundir su labor como un derecho del niño.

La presidenta de la Asociación Estatal de Acogimiento Familiar (ASEAF), Paloma Fernández, ha abogado hoy por difundir la labor que desarrollan las familias acogedoras, que no lo hacen "ni por  ni por solidaridad, ya que se encargan de cubrir el derecho que tiene el niño a crecer en familia".
Fernández ha participado en Logroño en el VI Encuentro Estatal de Acogimiento Familiar "Vivir en familia. Es su derecho. ¡Defiéndelo!", al que han asistido unos 120 representantes de un millar de familias pertenecientes a once asociaciones de todo el país.
Las familias acogedoras carecen de recursos y de difusión de esta figura para evitar que haya niños "abandonados y olvidados en las instituciones", ha explicado a Efe.
Además de la implicación de la administración, ha dicho que el colegio también tiene que saber "qué le pasa a este niño, qué necesidades tiene y cómo es, ya que tienen una problemática diferente a todos los demás al haber vivido circunstancias especiales".
Ha recordado que está pendiente de aprobación la  de Protección a la  y Adolescencia, dado que en la actualidad 30.000 menores viven en residencias en España, por lo que ha exigido que se prime el acogimiento familiar frente al residencial.
Fernández ha lamentado que no se haya difundido la figura del acogimiento, por lo que hay "bastante escasez" de familias acogedoras por falta de conocimiento, algo que no ocurre con las adopciones, que todo  sabe en qué consisten.
"España es un país muy solidario, cuando hay una catástrofe, la sociedad colabora con rapidez y también es uno de los primeros en donaciones de órganos", ha precisado, pero no se sabe que hay 30.000 niños a los que se puede acoger.
El acogimiento de un menor en situación de abandono no siempre es temporal, ha indicado, ya que en algunas comunidades autónomas pueden extenderse hasta ocho o diez años y se convierten en "adopciones encubiertas".
Así, ha detallado que en la Comunidad de Madrid muchos de los acogimientos de menores acaban en su adopción por parte de esa familia.
"El fin último es lograr el bien superior del menor, por lo que el adulto tiene que ayudar a ese niño a convertirse en persona y no tiene que considerarlo como algo que le pertenece", ha subrayado.
En relación a la dotación de recursos, Fernández ha censurado que "es mucho más barato mantener a un niño en una familia que en una residencia", aunque cada comunidad autónoma tiene su legislación y algunas llegan a pagar más de mil euros al mes a la familia de acogida.
El acogimiento familiar permite que niños que, por distintas circunstancias, no pueden convivir con sus familias biológicas, vivan de forma temporal o permanente con otra familia que se hace cargo de su cuidado y educación y le proporciona una nuevo entorno familiar estable. 
(Fuente: EFE)

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